Palabras mal escritas

Es momento de enmendar mi pensamiento pasado, revindicar mi amor por las palabras y defender su poder trasformador infinito.

Rodrigo Ortega Izquierdo
2 min readMar 17, 2019

De hace un tiempo a esta parte venia defendiendo el poder de la fotografía y la imagen sobre cualquier otra forma de comunicación, sin olvidar nunca que la fotografía, como todo, es una mera interpretación de la realidad.

Desprecie el poder de las palabras porque siempre me dijeron que escribía mal, y eso me hacia distanciarme y sentirlas esquivas. Claro que todos aquellos que corrigieron todas esas h’s desaparecidas o esos acentos descarriados, no llegaron nunca a leer lo que escribía, no llegaron nunca a entender lo que gritaban esas palabras mal escritas, solo buscaban los errores pragmáticos de mi escritura sin pararse ni un momento a entenderla. Unos lo hacían en un intento de enseñarme la corrección ortográfica tal y como dicta la norma, otros por el mero echo de sentirse superiores ante su puritana y pulcra gramática.

Ni unos ni los otros lograron su objetivo. Gracias a los que intentaron enseñarme, pero soy incorregible, eso sí, os diré algo que con el tiempo si he aprendido, he aprendido el poder de las palabras, como calcular milimétricamente la colocación de cada palabra en el texto para que deje de ser un mero comunicador, plano y definido, para pasar a ser un elemento de reflexión abierto al momento y al lector. Porque para mi eso es escribir bien, transmitir, comunicar y reflexionar, abrir tu mundo y el mío. Con el tiempo he aprendido a amar las letras, amo bucear en ellas y perderme en versos infinitos, amo cada vez que cojo mi libreta y dejo correr la tinta, sin acentos y entre tachones, amo esa sensación de materializar sobre el papel la reflexión que es capaz de ampliar nuestra sensibilidad.

Porque escribir es un placer y la lengua esta para ser reinventado, esto es lo maravilloso de las palabras y el lenguaje que son elementos vivos en constante evolución con los tiempos, y sí, yo tengo el mismo derecho que tu y cualquiera a reinventar y hacer mío (nuestro) el lenguaje porque este es patrimonio común de todos.

Y a todos los que os creías superiores por escribir WhatsApp’s sin faltas de ortografía os invito a coger un folio en blanco, poneros a escuchar vuestra mente y dejar fluir la tinta del boli sobre el papel, escribir un cuento, una reflexión, un dialogo con el mundo, una lucha interna, un par de versos descarriados… Y ahora ¿sabéis escribir?

Para mí, escribir, es una especie de reto, liberación, malabarismo emocional y reflexión, esa reflexión que me lleva hoy a poner las palabras por encima incluso de la imagen. Pues una imagen por lo general necesita de una historia para ser, mientas que las palabras son la razón única y suficiente de su propia existencia.

Anotación del 17 de marzo de 2019

Quedaos siempre con aquellos que sean capaces de ver el talento detrás de vuestras palabras.

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