#EstaVezVoto

Si ningún partido nos representa, construyamos uno.

Rodrigo Ortega Izquierdo
5 min readDec 3, 2018

Tenemos un problema cuando la jornada de reflexión es el día después de las elecciones, después de la noche de euforia para unos y de indignación, vergüenza, pena y miedo para otros. Todos opinamos sin pararnos mucho a pensar, movidos por los impulsos y la incredulidad, yo el primero.

Pero ahora es momento de la reflexión, de entender lo que paso anoche en toda su magnitud y contexto, para mi el mensaje que debía lanzar anoche era claro, unámonos, movilicémonos, no dejemos que partidos que quieren borrar de un plumazo nuestra lucha de los últimos años, una lucha que libraron las pasadas generaciones, para que hoy disfrutemos de los derechos y libertades que gozamos. Ahora es nuestro turno.

Pero empecemos por el principio, por la historia, por esa historia que estamos condenados a repetir, preguntar a vuestros abuelos como fue su infancia, preguntarles cuantos hermanos, tíos o primos perdieron en la guerra, preguntarles que tuvieron que hacer para sobrevivir durante la posguerra, el hambre y las penurias que pasaron cuando eran simples niños… Preguntarles y que os cuenten, preguntarles que paso con los maestras y maestros, pregúntales y que os cuenten… os pudo asegurar que cada historia es única, y de todas ellas aprenderemos. Estas las historias de nuestros abuelos y abuelas y muchos otros que se enfrentaron al régimen desde la clandestinidad, quedan cartas, diarios y testimonios de los que aprender.

Aprenderemos lo afortunados que somos de vivir en el S.XXI en un estado de derecho y en el que imperan las libertades, desde luego no vivimos en un estado perfecto ni mucho menos, aun queda mucho por hacer, pero debemos estar orgullosos de lo logrado y no conformarnos.

Creo que sobran los argumentos para tachar a cualquier partido fascista de ultraderecha de peligroso para la democracia y los derechos humanos, sin embargo aquí estamos. No podemos permitirnos legitimizar y blanquear ideologías retrógradas ya derrotadas.

Asumo que ya hemos entendido que los derechos y libertades se ganaron luchando, mediante el activismo y la reivindicación, pero también mediante el voto, piedra angular de un sistema democrático. La mayoría tiene razón, un principio muy discutible, pero que resume las reglas comunes que en occidente nos hemos dado para gobernarnos, resume nuestra democracia. Nuestra Europa fundada sobre los valores de la democracia, la libertad, el estado derecho y el estado de bienestar, una Europa fundada después de la guerra que derroto al fascismo, y que parece olvidar, una Europa fundada para evitar el veneno del nacionalismo, esos que se envuelven en banderas, ocultando la inconsistencia de su discurso.

En cierto modo podemos decir que el fascismo siempre estuvo ahí, no encarnado en la derecha, si no dormido, aletargado, pero de tanto jugar a invocarlo, de tanto llamar al demonio y demonizar a la derecha conservadora, el verdadero demonio apareció, y los medios lo alzaron, todo por el show, eso es innegable, pasando de las risas la a sorpresa y la desesperación. Pero este es una análisis y reflexión mucho más profundo y que deben realizar otros.

La nueva generación Z, según todos los sociólogos es una generación más abierta, más queer, más creativa, más digital y con un tremendo potencial de generar contenido. Sin embargo, entre los que se han criado con unos valores de humanidad, impera un desazón por la política, una idea de que todo es lo mismo, una idea de que su voto no va a cambiar nada, disfrutamos de derechos y libertades que nadie habría soñado hace 50 años, pero que para nosotros son lo mas normal del mundo. Ha fallado la pedagogía, ha fallado la sociedad, al no inculcar un punto de vista critico en las nuevas generaciones, una idea de que sí, nosotros podemos marcar la diferencia, esa idea de que unidos somos mas fuertes, de que debemos luchar por lo que creemos, la defensa de la humanidad y la identidad individual con una conciencia social.

Pero parece que mi generación no cree en nada, todos dicen ser apolíticos, es la moda, ser como los influencers. ¿Dónde quedaron las ideas y principios? Despertar, definir vuestras ideas, pensar el mundo en el que queréis vivir, y luchar para construirlo, solo unidas podemos luchar contra la xenofobia, el racismo, la misoginia, la lgtbfobia… Seguramente no haya ningún partido en el que os sintáis reflejados, los partidos se olvidaron los jóvenes, pero por eso es necesario movilizarse, volver al activismo, apoyemos la lucha feminista, que ha generado movilizaciones sin precedentes y sigamos la lucha por la libertad y el progreso, libremos las batallas por la justicia y la igualdad. Creemos nuevas corrientes e ideas, si nadie nos representa, representémonos a nosotros mimos, creemos un partido o mil, busquemos que nuestras ideas tengan voz.

Vox a movilizado a un sector de la población joven, ha movilizado a una parte de la generación Z, una parte de mi generación que contar todo pronostico tiene unas ideas retrogradas, podemos decir que han visto como se desvanecía su superioridad y privilegios ante la lucha por la igualdad de las mujeres y el colectivo lgtb y el avance del progreso, pero sin duda el agente movilizador ha sido el mal entendido “orgullo nacional” de esos a los que les han vendido que la bandera y el himno son entes sagrados y que deben defenderlos frente a los “radicales”, y a los que acompañan ideas machistas, xenófobas, homófobas, misóginas y un largo etc. que ya es por todos conocido.

Quedan 6 meses para unas elecciones cruciales, más aún después de lo acontecido anoche, el 26 de mayo estamos todos llamados a las urnas para decidir sobre el futuro de Europa y el de nuestras comunidades y municipios. Y debemos decir alto y claro yo esta vez voto, voto para defender mis derechos, voto por mi futuro, voto por mis ideas, voto por el progreso, voto para que mi voz sea escuchada… acabemos con el hartazgo en la clase política contribuyendo y exigiendo una verdadera regeneración de la política, no os quedéis en el sofá de vuestra casa viendo Netflix y compartiendo el ultimo post del influencer de turno, para después compartir vuestra indignación con un par de tweets, hacer algo por construir una política con ideas nuevas, transversales, creando un espacio de discusión y de nuevos planteamientos frente a los ya preestablecidos, enmarcados siempre en el respeto de los derechos humanos y las libertades, y buscando la igualdad.

Seamos motor del cambio, hagamos que nos odien o nos amen, pero que no puedan ignorarnos, seamos el motor que haga avanzar a la humanidad, porque solo los que están suficientemente locos para pensar que pueden cambiar el mundo lo cambiaran. Este debe ser un punto de inflexión.

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