El juego de los espejos

Vivimos en un juego de espejos, la metáfora es bastante simple pero entraña una reflexión muy profunda. De hecho, mientras escribía esto yo mismo he visto que no tenia nada claro lo que creía creer, ni la realidad en la que vivía.

Rodrigo Ortega Izquierdo
4 min readMar 9, 2019

Supone una profunda reflexión pues debemos sumergirnos en la base de la sociedad, de una sociedad que se ha hecho digital, de una sociedad que ha hecho del ostento una necesidad y que se alimenta de la envidia que por dentro la corroe. Esto no es nuevo y es intrínseco al ser humano, lo hemos observado en todas las sociedades que nos preceden, de una u otra manera todo consistía en parecer algo, aunque no se fuera, jugar a este juego de espejos, baile de máscaras, identidades digitales… Mil metáforas y nombres para intentar definir la realidad en la que todos vivimos, que es de todo menos real.

No entrare en las raíces psicológicas de este asunto pues intuyo que es de una gran complejidad y esta fuera del ámbito de mis conocimientos. Sin embargo, si me permitiré reflexionar y divagar un poco sobre este juego de espejos en el que de una forma u otra todos somos participes.

Aparentamos, buscamos escondernos detrás de esos espejos que evitan que el resto nos vea, nos vea tal y como somos, y por ende nos juzgue. Tememos la opinión del resto, pues la sociedad es sociedad, y como seres sociales necesitamos pertenecer a ella para sobrevivir, por ello que nos expulsen es casi una sentencia de muerte. Sin embargo, nos olvidamos de que nosotros también somos sociedad, y como tal tenemos el poder de cambiarla e influir.

A veces olvidamos que ser uno más, si, nos incluirá en la sociedad, pero a su vez nos relegara a la insignificancia, pues serán los que lideren los que dicten nuestro paso, seremos meros vasallos de las modas y estaremos a la merced de los corazones envidiosos. En la era de los influencers nos olvidamos de opinar, pensar y revindicar, nos olvidamos de ser. Y no esto no es como ese anuncio que dice “se autentico”, porque lo único que tienes que ser es tú. Las sociedades nunca han avanzado gracias a los que siguieron los patrones, hoy escribo esto en una maquina de Turing, porque “son las personas que nadie imagino, las que son capaces de hacer las cosas que nadie pudo imaginar”, y podría escribir páginas y páginas de más genios como él (y ellas), que nunca entendieron, ni quisieron formar parte de este juego de espejos y que simplemente dieron lo mejor de ellos a la humanidad.

No debemos buscar encajar en patrones o etiquetas, sin embargo, esto se nos hace muy difícil a veces, las etiquetas lo simplifican todo, lo simplifican hasta el absurdo, nos somos objetos que puedas definir con cinco adjetivos, somos seres de una complejidad que escapa a nuestro propio entendimiento de la realidad.

“Venís al teatro con el afán único de divertiros y tenéis autores a los que pagáis, y es muy justo, pero hoy el poeta os hace una encerrona porque quiere y aspira a conmover vuestros corazones enseñando las cosas que no queréis ver, gritando las simplísimas verdades que no queréis oír.”

(Comedia sin título, Federico García Lorca)

Porque nadamos a contracorriente, porque miramos a las estrellas en vez de al suelo sin importarnos caer, porque a veces incluso el teatro es más real que nuestra realidad, hagamos caso a Lorca y enfrentemos las simplistas verdades que no queréis oír. Rompamos de una vez por todas esos espejos y construyamos una sociedad en la que todos podamos ser libres, yo considero que soy yo en mi máxima expresión y sin embargo muchas veces me encuentro escondido detrás de espejos, porque si, porque es algo intrínseco al ser humano, pero a su vez me parece triste cuando esto se convierte en nuestra forma de vida.

Cuando lo único que veo de una persona es su reflejo… cuando crees haber amado a alguien y te das cuenta de que esa persona ya no existe que era un mero reflejo, uno de tantos… cuando confiaste en alguien cuyo reflejo tendía la mano que por detrás te estaba apuñalando… cuando… tantos cuando, y yo siempre me pregunte ¿Por qué? Para mí los espejos pueden entenderse como elementos de defensa ante lo desconocido, pero creo que la confianza es algo que solo se puede crear entre realidades, que en tu mundo, en tu burbuja no deberías seguir escondiéndote detrás de espejos, porque entonces vivirás en una incesante ficción.

He acabado escribiendo desde el alma, desde la realidad más tangible de esta distopia de sociedad que estamos construyendo en la que la realidad a quedado relegada a un segundo plano, en la que solo buscamos ser lo que todos querrían ser. Es imposible escapar lo admito, yo soy el primero que acaba sucumbiendo, por eso estas palabras que escribo son sinceras y todo lo que me motiva a escribir, a seguir pensando, conociendo y descubriendo, es mi humanidad y ese incesante camino por buscar la realidad tras los espejos.

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